VIA CRUCIS


El Vía crucis consta de 14 estaciones, cada una de las cuales se fija en un paso o episodio de la Pasión del Señor. A veces se añade una decimaquinta, dedicada a la resurrección de Cristo. En la práctica de este ejercicio piadoso, las estaciones tienen un núcleo central, expresado en un pasaje del Evangelio o tomado de la devota tradición cristiana, que propone a la meditación y contemplación uno de los momentos importantes de la Pasión de Jesús. Puede seguirle la exposición del acontecimiento propuesto o la predicación sobre el mismo, así como la meditación silenciosa. Ese núcleo central suele ir precedido y seguido de diversas preces y oraciones, según las costumbres y tradiciones de las diferentes regiones o comunidades eclesiales. En la práctica comunitaria del Vía crucis, al principio y al final, y mientas se va de una estación a otra, suelen introducirse cantos adecuados.
El Vía Crucis, como ejercicio espiritual de gran arraigo en la piedad tradicional de la Iglesia católica, pretende reavivar en la mente y en el corazón la contemplación de los momentos supremos de la entrega de Cristo por nuestra redención, propiciando actitudes íntimas y cordiales de arrepentimiento de corazón, confianza, gratitud, generosidad e identificación con Cristo.
Padre Santo, mira benigno a quienes junto a Jesús, nuestro Redentor, nos disponemos a recoger, paso a paso, el camino luminoso de la Cruz. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén. (Catholic.net)


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